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Alimentación saludable: comer fuera de casa

La necesidad de comer fuera de casa, sobretodo al mediodía, es un hecho ligado a la vida moderna por múltiples y variadas razones (distancia al trabajo, jornada partida, ahorro de tiempo…).

La finalidad de este post es conocer las recomendaciones dietéticas para saber cómo elegir bien en un restaurante.

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Cómo elegir en el restaurante

A continuación proponemos una serie de recomendaciones dietéticas a tener en cuenta cuando se come fuera de casa, en restaurante, de forma habitual.

  • Hay que eliminar sistemáticamente:
    • los alimentos grasos,
    • las salsas,
    • las féculas,
    • y la repostería.
  • No nos alarmemos, quedan suficientes alternativas en la carta. Es posible comer de un modo muy gastronómico y poco calórico escogiendo entre:
    • ensaladas del tiempo y otras ensaladas crudas,
    • carnes y pescados a la plancha, salsas ligeras,
    • legumbres,
    • hortalizas,
    • postres de frutas.
  • Si no se puede evitar ceder a un deseo irresistible, se puede ser razonable en otro plato y no hacer más que una concesión por comida, compensándola por otro lado:
    • Si voy a pedir un primero de Carnes en salsa. Dejad sistemáticamente en el borde del plato los hojaldres o las patatas fritas que los puedan acompañan; empezaré por una ensalada y acabo con fruta.
    • Si el postre de Mousse de chocolate o bandeja de dulces, me es irresistible, pediré: Plato único de pescado a la plancha con verdura por ejemplo.
  • En cualquier restaurante que ofrezca la posibilidad de comer a la carta, se puede escoger una comida bien o mal equilibrada, por lo tanto es importante hacer buenas elecciones.
  • Hay que tener en cuenta igualmente lo que le suele acompañar, que no es desdeñable y puede fácilmente duplicar el total energético, a saber:
    • el aperitivo y sus tapas,
    • la mantequilla encima de la mesa a discreción,
    • el vino,
    • los licores,
    • los bombones y pastelitos que acompañan el café.

Excesos en el restaurante

A título indicativo:

  • aperitivo + tapas        -> 200 kcal
  • 15 g de mantequilla   -> 100 kcal
  • bombones                     -> 150 kcal    
  • 1 copa de cerveza        ->  90 kcal
  • ¼ l de vino                     -> 150 a 200 kcal
  • 1 coñac                             -> 100 kcal

es decir, alrededor de 800 kcal, sin contar la comida en sí misma.

Menú diario: ¿CÓMO SELECCIONO EL MENÚ?

En un Restaurante a la carta

Primera opción: plato único + fruta + pan + agua

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Segunda opción: primer plato + segundo plato + fruta + pan + agua

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En un Restaurante de «Comida rápida»

Primera opción: bocadillo + fruta + agua
Segunda opción: Ensalada completa + fruta + pan + agua

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En un Restaurante «selfservice»

Opción: Buffet de ensaladas + segundo plato + fruta + pan + agua
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Y como dijo Barak Obama, YES WE CAN!

Alimentación saludable para trabajos de gran desgaste

Los objetivos de este post son identificar las características de los trabajos que requieren un esfuerzo físico o mental  especiales, identificar las características de los trabajos con horarios especiales y conocer las recomendaciones sobre alimentación para estos tipos de trabajos.

trabajos

Trabajos de gran desgaste

Los trabajos de gran desgaste incluyen los trabajos de gran estrés físico, como trabajadores de la construcción, del campo, deportistas profesionales, repartidores, bomberos, etc. y trabajos de tipo psíquico como los derivados de puestos de responsabilidad (empresarios y directivos de empresas, jefes de servicio o de grupo, gerentes), profesores, investigadores. También trabajos en cadena monótonos y repetitivos se consideran de gran desgaste.

El peso del cerebro solo es el 2-3% de nuestro peso, pero consume alrededor de un 20% de las calorías diarias. Para su funcionamiento requiere solo de dos sustancias: glucosa y oxígeno.

Cuando hay desgaste psíquico no es necesario consumir más calorías, pero se necesita un adecuado aporte de nutrientes para el correcto funcionamiento del sistema nervioso.

Para la concentración, la memoria, el rendimiento intelectual y el estado de ánimo, se necesitan: vitaminas del grupo B, la vitamina E, sales minerales (potasio, magnesio y zinc) y oligoelementos (litio, silicio, selenio y cromo).

Recomendaciones dietéticas

Hay numerosas evidencias del efecto sobre el rendimiento intelectual el déficit de algunas vitaminas y minerales.

Los desequilibrios en la alimentación producen, a corto plazo, carencias específicas de ciertas vitaminas o minerales que influyen negativamente sobre el rendimiento físico e intelectual. Así destacamos que:

  • La escasez de tiamina (vitamina B1) puede ser causa de depresión, irritabilidad, falta de concentración y memoria.
  • Una deficiencia ligera de niacina (vitamina B3) puede ser causa de depresión.
  • La falta de piridoxina (vitamina B6) puede causar irritabilidad y depresión.
  • Con poca vitamina B12 (cianocobalamina) se producen alteraciones en el sistema nervioso.
  • La deficiencia en hierro se relaciona con alteraciones en el funcionamiento del cerebro: capacidad de concentración, memoria.
  • La falta de magnesio nos vuelve susceptibles al estrés.

Por lo tanto es importante conocer dónde podemos encontrar las vitaminas que necesitamos para el rendimiento intelectual.

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Trabajos con horarios especiales

Los trabajos con horarios especiales, incluyen trabajadores de la industria con turnos rotativos y/o nocturnos, camareros/cocineros, profesionales de la salud (enfermería, médicos, celadores…), trabajadores del sector del ocio, vigilantes nocturnos.

Los horarios anormales, como aquellos que requieren turnos de noche, producen diversas molestias. Hay que tener en cuenta que no solo los horarios especiales son un factor de riesgo laboral, sino que también condicionan otras actividades extra laborales.

En los trabajadores sometidos a este tipo de horarios son síntomas frecuentes la irritabilidad, cambios de humor, estreñimiento, falta de apetito, insomnio, fatiga, estrés y una alimentación inadecuada.

Este tipo de horarios aumentan la presión de adaptar:

  • Los horarios sociales, familia, comida, ocio,
  • el ritmo circadiano, temperatura, vigilia, hormonas, tensión arterial, pulso,
  • y finalmente, las tareas laborales.

Está comprobado que generalmente, el trabajador trata de sincronizarse con los horarios sociales, y de ahí que aparezcan muchos de los síntomas relacionados con las alteraciones del ritmo circadiano, como el insomnio, fatiga e irritación.

Recomendaciones dietéticas

En los trabajos con horarios especiales es difícil encontrar cocinas abiertas, por eso:

  • se suelen consumir muchos bocadillos (embutidos, tortillas, fiambres) y alimentos generalmente muy grasos,
  • también se observa un consumo elevado de bebidas excitantes y café.

En estos casos la opción más adecuada es llevar de casa unas fiambreras con:

  • un plato de ensalada completa o de verdura cocida,
  • un segundo de carne o pescado o huevo con una guarnición vegetal o una salsa poco grasa,
  • de postre fruta o un lácteo sencillo
  • pan integral y agua.

Si el horario es rotativo sobre todo semanal, se debe respetar el ritmo circadiano y no intentar ajustar la distribución de comidas convencional. Así se conseguirá una dieta más adecuada y un mejor rendimiento.

Alimentación saludable para trabajos sendentarios

En el post anterior de FlashDiet Tipos de trabajos se introdujeron los tipos de trabajo, este post está dedicado en exclusiva a los trabajos sedentarios, sus características y las recomendaciones sobre salud laboral y alimentación.

Los trabajos sedentarios

El British Journal of Medicine, publicó recientemente las recomendaciones para personal con trabajos sedentarios:
  • Pasar al menos dos horas de pie y en actividad ligera: romper el tiempo sentados con pequeños periodos de pie en las horas de trabajo.
  • Evitar las posiciones estáticas por mucho tiempo: cambiar la postura para evitar dolores o molestias muscoesqueléticas.
  • Animar a hábitos saludables: alimentarse saludablemente, dejar de fumar y beber alcohol o aliviar el estrés.

Alimentarse saludablemente

En trabajos sedentarios, en los que durante 8 horas diarias la actividad física es prácticamente nula, la planificación de la dieta debe ajustarse a criterios de una alimentación equilibrada. 
Se deben calcular las calorías necesarias en función del peso y sexo del trabajador y su actividad física (sedentaria durante el trabajo y moderada, activa o muy activa el resto del día).

trabajo-sendentario
Si se quiere calcular el gasto calórico total de un trabajador con un trabajo sedentario, hemos de conocer el tiempo que dedica a sus actividades extralaborales, laborales y su peso y sexo. El consumo de una dieta que aportase exactamente su gasto calórico le permitiría mantener su peso.

Tabla de gasto calórico por actividad

tabla-actividad

Alimentación saludable para trabajos sedentarios

¿QUÉ ELEGIR DE PRIMERO?

primeros

 

Y EL SEGUNDO…

segundos

¿QUÉ HAY DE…FRUTA?

Fruta fresca: dos piezas al día y que una de ellas sea cítrica o rica en vitamina C (kiwi, melón, fresas…)

Aprovecha la fruta de temporada

El objetivo es aportar vitaminas

fruta

OTROS TIPS

tips

Distribución de dieta

Desayuno

Debe aportar glucosa y otros azucares de liberación lenta que proporcionen la Energía para mejorar el rendimiento.

Almuerzo adecuado

En trabajos sedentarios con esfuerzo físico mínimo es suficiente con una o dos piezas de fruta fresca o un lácteo.

Comida adaptada al horario

Si la jornada laboral es fraccionada, es necesario seguir una alimentación variada y ordenada (con moderado aporte de energía, grasas y alcohol) para que el organismo pueda soportar fácilmente la digestión, evitando la pesadez digestiva y la somnolencia.

Merienda ligera

Yogur, fruta o un pequeño bocadillo

Cena bien planificada

Cenar en casa, no garantiza que sea equilibrada. Se recomienda optar por una cena ligera y tomarla al menos dos horas antes de acostarse para tener un sueño reparador, sin digestión difícil.

Alimentación y trabajo III. Tipos de trabajo

En esta la tercera entrega de la serie de posts dedicados a la alimentación en función del tipo de trabajo. en anteriores posts hemos visto:

A hora nos vamos a centrar en la definición de los tipos de trabajo para conocer las necesidades energéticas de cada uno de ellos, lo que nos llevará a una serie de recomendaciones alimenticias y nutricionales, pero eso será en los siguientes posts dedicados a cada tipo de trabajo.

Tipos de trabajos

Se pueden definir los siguientes tipos de trabajo en función de las necesidades energéticas:

  • Trabajos sedentarios: requieren permanecer sentados prácticamente todo el día (personal de oficina, taxistas, conductores de autobuses, tele-operadores…).
  • Trabajos de gran estrés físico: como por ejemplo trabajadores del campo, de la construcción, deportistas profesionales, repartidores…
  • Trabajos de tipo psíquico: como pueden ser puestos de gran responsabilidad (empresarios, directivos de empresas, jefes de servicio o de grupo, gerentes). También se consideran aquí los trabajos en cadena, monótonos y repetitivos.
  • Trabajos con horarios especiales: trabajadores de la industria con turnos rotativos y/o nocturnos, camareros/cocineros, profesionales de la salud (enfermería, médicos, celadores…).
  • Trabajos que exigen comer fuera de casa.

Conviene recordar en ese punto algunos conceptos de gran importancia a tener en cuenta a la hora de planificar una dieta, como es el tamaño de la raciones:

raciones

Y ALGUNAS ESTRATEGIAS PARA COMER FUERA DE CASA DE FORMA CONTINUA:

  • Cuidar el tamaño de las raciones…¡¡¡no comer con los ojos!!!
  • Pedir medias raciones, medio menú o plato único.
  • Compartir el menú con compañeros de comida.

Alimentación y trabajo II. Factores que afectan al trabajo y el rendimiento

Este es el segundo post de una serie alimentación en función del tipo de trabajo que iniciamos en este primer post Alimentación y trabajo I. El objetivo de este segundo post es conocer los factores alimentarios que influyen en el rendimiento laboral y que se pueden resumir en:

  • Tipo de dieta
  • Higiene de los alimentos
  • Consumo de alcohol

Tipo de dieta

plato

Dietas hipocalóricas

Las Dietas hipocalóricas o bajas en calorías, realizadas sin control, reducen la capacidad de rendimiento y perjudican la salud.

Estas dietas SOLO son recomendadas bajo estricto control médico en casos de: pacientes con obesidad o sobrepeso, sobre todo si se acompaña de uno o más factores de riesgo cardiovascular.

El OBJETIVO de estas dietas será alcanzar un peso razonable disminuyendo masa grasa con el fin de disminuir la morbimortalidad asociada a la obesidad y obtener una mejora en la calidad de vida.

Se reduce el aporte de energía, conservando SIEMPRE un aporte de macronutrientes y micronutrientes correcto para evitar pérdidas de masa magra potencialmente peligrosas.

Dietas desequilibradas

Las Dietas desequilibradas en las que faltan alimentos básicos; a medio o largo plazo dan lugar a carencias nutritivas relacionadas con enfermedades a largo plazo.

Gran parte de la población sigue o ha seguido una dieta, casi siempre por su cuenta y sin asesoramiento profesional, desequilibradas e incompletas.

Hay muchos tipos de dietas desequilibradas pero todas ellas carecen de fundamento científico. Las más habituales son: hiperprotéicas (Dr. Atkins,  Dr. Ducan, Hollywood…), las basadas en monoalimentos o las disociadas.

Todas ellas presentan potenciales daños en su “seguimiento”, daños hepáticos, renales, trastornos cardiovasculares….

Dietas hipercalóricas

Las Dietas hipercalóricas, conducen a sobrepeso y obesidad y todas las alteraciones asociadas a ellos.

Este tipo de dietas se caracterizan por un exceso de consumo energético, con un desequilibrio en el aporte de los macro y micronutrientes.

Las dietas hipercalóricas SOLO están recomendadas en casos de necesitar un aumento de peso, mejorando la calidad y cantidad de lo que se come, y siempre bajo estricto control profesional.

Recomendaciones generales

De forma general no es recomendable:

  • Las comidas frugales o muy copiosas,
  • “Saltarse” alguna comida de modo compensatorio,
  • Sustituir una de las comidas principales por un yogur, pieza de fruta o un snack “dietético”.

Estas prácticas pueden producir hipoglucemias o somnolencia y molestias digestivas, perjudicando el rendimiento tanto físico como intelectual.

Higiene de los alimentos

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La contaminación de los alimentos puede ocurrir en cualquier momento desde el cultivo a la preparación. La contaminación cruzada –la transferencia de microrganismos entre superficies– es a menudo la causa. Esto es especialmente problemático para alimentos crudos, como ensaladas o fiambres ya que no se cocinan antes de comer y los organismos nocivos no se destruyen y pueden causar intoxicación alimentaria.

Para prevenir la intoxicación alimentaria es importante recordar:

  • Lavarse las manos, los utensilios y las superficies de los alimentos a menudo.
  • Mantener los alimentos crudos separados de los alimentos listos para el consumo.

Consumo de alcohol

copas-vino

Diversos estudios realizados demuestran que más del 70% de los consumidores de drogas y alcohol son hombres entre los 25 y los 44 años que trabajan. El consumo de alcohol en la población trabajadora supera al de la población general.

En España, alrededor de un 24% de los trabajadores consume una cantidad de alcohol que es considerada de riesgo potencial para la salud física.

Entre los efectos negativos del consumo de alcohol en horario laboral se destaca: el mayor absentismo y el incremento de las bajas laborales, mayor accidentabilidad (alrededor del 25%), disminución del rendimiento y mayor conflictividad (entre el 15-40% de sanciones disciplinarias).

En el siguiente post hablaremos sobre los diferentes tipos de trabajo en función de sus requerimientos nutricionales.

Alimentación y trabajo I

 Una alimentación equilibrada durante la jornada laboral consiste en hacer un consumo variado de alimentos en cantidad y frecuencia.
El objetivo es cubrir las necesidades nutricionales que nos permitan mantener una buena salud y nos proporcionen bienestar.
trabajo

Los datos

Según la Organización Internacional del Trabajo: «Una mala alimentación durante la jornada laboral causa pérdidas de hasta un 20% (hasta un 30% para trabajos físicos) en la productividad».

Los resultados del último FOOD-barómetro llevado a cabo en 2015 entre 8500 trabajadores y 1300 restaurantes de menú, de siete estados miembros de la Unión Europea, han dado como resultado importantes avances en cuanto a las preferencias en la selección de alimentos a la hora de la comida:

  • El 40% de empleados ya tienen en cuenta el equilibrio del plato al elegir su almuerzo.
  • El 33% de restaurantes notan un aumento en la demanda de comidas “sanas” de clientes.

Aunque la selección se sigue haciendo principalmente por lo que a uno le apetece, en segundo lugar, aparece el equilibrio del plato, el precio en el tercero y la cuarta posición es para criterios de salud.

Además 3 de cada 4 entrevistados declaran prestar atención a la alimentación equilibrada a la hora de seleccionar el restaurante para comer.

Por su parte los restaurantes confirman que han observado un aumento en la demanda de comidas sanas y un incremento en el interés sobre la información nutricional de los menús.

Por lo tanto es importante conocer, por un lado los factores alimentarios que influyen en el rendimiento laboral y por otro, comprender las recomendaciones dietéticas en función del tipo de trabajo.

Para ellos proponemos una serie de posts que abordarán estos temas, desde los factores que afectan al rendimiento laboral, definición de los diferentes tipos de trabajo y las principales recomendaciones para cada uno de ellos.

Os animamos a seguir esta serie de posts.

Segunda edición MOOC FlashDiet

Hoy 20 de septiembre comienza la segunda edición del MOOC de FlashDiet, el curso está estructurado en los siguientes módulos:

  • Equilibrio Alimentario
  • Educación Alimentaria
  • Composición Corporal
  • Actividad Física
  • Herramientas TIC Aplicadas a la Nutrición
  • Alimentación en Función del tipo de trabajo
  • Cocina y Salud

Al finalizar el curso podrás contestar a preguntas como:
1. Son sinónimos nutrición y Alimentación
2. Cuántas calorías necesitas al día
3. Cuál es el porcentaje adecuado de grasa corporal
4. Qué tipo de actividad física me conviene más
5. Qué puedo llevarme a la oficina para comer
6. Cómo puedo mejorar el sabor de mis alimentos si soy hipertenso

Os animamos a inscribiros en el curso: Flashdiet: Salud y nutrición. Aprende a comer sano

 

Actividad física en niños y jóvenes

En la actualidad existe una alta incidencia de sobrepeso y otros factores de riesgo para la salud entre los niños y adolescentes, estos factores podrían contribuir a la disminución de la expectativa y de la calidad de vida en el adulto. Es por ello, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) identifica el sedentarismo como un grave problema de salud en los niños y jóvenes de 5 a 17 años.

Desde las primeras etapas de la vida se pueden modificar aquellos hábitos de actividad física que han mostrado asociación evidente con problemas de salud posteriores. La práctica regular de ejercicio físico en niños y adolescentes puede prevenir y tratar situaciones psicoafectivas, desmineralización ósea y algunos tipos de cánceres. Para algunas de estas alteraciones, la actividad física es uno de los factores de protección modificables más importantes.

Para los niños y jóvenes de este grupo de edades, la actividad física consiste en juegos, deportes, desplazamientos, actividades recreativas, educación física o ejercicios programados, en el contexto de la familia, la escuela o las actividades comunitarias. Las recomendaciones de la OMS son:

  • Que los niños y jóvenes de 5 a 17 años inviertan como mínimo 60 minutos diarios en actividades físicas de intensidad moderada a vigorosa.
  • Que la actividad física por un tiempo superior a 60 minutos diarios reportará un beneficio aún mayor para la salud.
  • La actividad física diaria debería ser, en su mayor parte, aeróbica. Convendría incorporar, como mínimo tres veces por semana, actividades vigorosas que refuercen, en particular, los músculos y huesos.

Estas recomendaciones son válidas para todos los niños sanos de 5 a 17 años, salvo que coincidan dolencias médicas específicas que aconsejen lo contrario.

Se habla de acumulación para referirse a la meta de dedicar en total 60 minutos diarios a realizar alguna actividad, incluida la opción de dedicar a distintas actividades intervalos más cortos (por ejemplo dos sesiones de 30 minutos) y sumar esos intervalos.

Siempre que sea posible, los niños y los jóvenes con discapacidad deberán seguir también esas recomendaciones. Sin embargo, tendrán que hablar con su proveedor de salud para conocer el tipo y cantidad de actividad física adecuado para ellos teniendo en cuenta su discapacidad.

Estas recomendaciones son válidas para todos los niños y jóvenes independientemente de su sexo, raza, origen étnico o nivel de ingresos.

Otras recomendaciones de actividad física para la población de 5 a 17 años serían:

  • Es necesario evitar conscientemente el sedentarismo. Cualquier tipo de actividad cotidiana es mejor opción que permanecer sedentario. En este sentido, y a modo de ejemplo, en los desplazamientos cotidianos es recomendable caminar, utilizar la bicicleta y subir por las escaleras en lugar de utilizar medios de transporte, ascensores y escaleras mecánicas.
  • El desarrollo de la actividad y ejercicio físico será un momento de diversión y juego. Son preferibles las actividades en grupo, divertidas y al aire libre que permitirán un refuerzo positivo, consiguiendo que se mantengan como “hábito divertido” y se incorporen a lo cotidiano con más facilidad que los “hábitos saludables” impuestos y muy sacrificados para los niños.
  • Se debe asegurar que el entorno físico en el que se practique una actividad sea adecuado y sin peligros.
  • A la hora de hacer deporte, hay que asegurar el aporte de líquidos, sobre todo cuando la actividad es intensa y el ambiente caluroso.

Os dejamos varios enlaces a las recomendaciones de la OMS:

Actividad física en los jóvenes

Recomendaciones mundiales sobre la actividad física para la salud 

Equilibrio Energético

El equilibrio energético es el balance que tiene que darse ente la energía, esto es, las calorías que se ingieren a través de la alimentación y aquellas que se gastan a través de la actividad física, incluyendo las actividades cotidianas, el ejercicio y el mantenimiento de las funciones vitales.

El cuerpo almacena en forma de grasa el exceso de energía que no se gasta. El sobrepeso, la obesidad y el bajo peso, se desarrollan de manera gradual y son el resultado de haber roto el equilibrio energético persistentemente, tanto ingiriendo menos energía de la que se gasta como ingiriendo más.

Los factores que inciden principalmente en el equilibrio energético son los conductuales y los ambientales, y en menor medida los fisiológicos. Además donde podemos incidir es nuestros hábitos alimentarios y de ejercicio, esto es, cuánto, cómo y dónde nos alimentamos y cuánto nos movemos. Igual de importante es que se reconozca los factores ambientales que inciden en dichos hábitos, como por ejemplo el sedentarismo.

En el siguiente vídeo, realizado por el consejo Europeo de Información sobre Alimentación (EUFIC en sus siglas en inglés) se explica de forma muy gráfica y sencilla qué es el equilibrio energético.

La entrada de energía al organismo sólo se da a través de la ingesta de alimentos, mientras que el gasto se produce de distintas formas, la principal es el metabolismo basal, es decir, con una dieta equilibrada nuestro cuerpo gasta entre un 60 y un 70% de la energía diaria en el funcionamiento de los órganos vitales, aunque estemos en reposo. Un 10% de la energía se consume por lo que se conoce como efecto térmico de los alimentos, es decir, la digestión, el organismo requiere de energía para transformar los alimentos en sustancias nutritivas.

Y la actividad física supone un gasto que está entre el 20-30%, y aquí es donde hay más diferencia, pues no todas las las actividades consumen la misma energía, caminar o planchar implican actividad físisca pero no consumen la misma energía que la práctica de deportes (running, la natación, fútbol, bicicleta, etc.). Además es en este porcentaje del consumo energético donde podemos actuar junto con la alimentación.

Aunque el equilibrio energético parezca sencillo, hay que tener varias cosas en cuenta. Si se necesita adelgazar lo normal es reducir el consumo de alimentos y aumentar la actividad física, pero con el descenso de peso desciende también la necesidad energética, así que el equilibrio energético se reajusta pero a un nivel más bajo.

Si queréis saber más acerca de estos temas y otros relacionados no dudéis en hacer el MOOC de FalshDiet.