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La alimentación en las personas mayores I

España es, con Japón, el único país de la OCDE que ha conseguido superar los 83 años en esperanza de vida. En 2013 (el último para el que existen datos armonizados) la esperanza de vida media era de 83,2 años, sólo por debajo de Japón (83,4) y netamente por encima del conjunto de la organización (80,5).

Esto supone que la población mayor de 65 años en España representaba el 18,5% en 2015, 8,3 millones de personas. Dentro del grupo de mayor edad, el mayor crecimiento de a población se da en los mayores de 85 años.

El envejecimiento es un proceso progresivo natural del ser humano, que cada persona experimenta con diferente intensidad.

Las personas que llegan a cierta edad se enfrentan a problemas físicos, psíquicos y sociales que derivan de cambios biológicos propias de la edad y que condicionan el acto natural de comer.

Por lo tanto, es importante conocer qué cambios aparecen con la edad que afectan a la alimentación, cuáles son los requerimientos nutricionales en la personas mayores.

Cambios que aparecen con la edad y afectan a la nutrición

  • Cambios sensoriales

Los sentidos del gusto y del olfato se alteran con la edad, y esto puede afectar al apetito y al disfrute de la comida. También cambia la sensibilidad por el dulce o el salado lo que lleva a un consumo de alimentos fuertemente sazonados o azucarados.

  • Cambios gastrointestinales

Las personas mayores tienden a comer menos y la capacidad del cuerpo para absorber algunos nutrientes también se vuelve menos eficiente con la edad por lo que puede ser más difícil obtener todos los nutrientes necesarios.

Por lo tanto, es importante para las personas mayores llevar una dieta variada, de forma que se asegure un correcto suministro de todas las vitaminas y minerales esenciales, y se cubran sus necesidades energéticas. También afecta en el proceso de la digestión la pérdida de piezas dentales.

  • Cambios metabólicos

Uno de los cambios más significativos es la intolerancia a la glucosa en personas que no han sido diabéticas. También se produce una disminución en el metabolismo basal, es decir, menor necesidad de energía.

  • Cambios en el sistema cardiovascular

Aunque estos cambios no afectan a la alimentación, la dieta si tiene una relación directa con las enfermedades cardiovasculares, por lo que es un factor muy a tener en cuanta en el establecimiento de una dieta.

  • Cambios en el sistema renal

La función renal disminuye, lo que tiene consecuencias en la excesiva excreción de proteínas y electrolitos en la orina, lo que conlleva una alteración en el equilibrio salino (edemas y malnutrición proteica).

  • Camios músculo-esqueléticos

Se produce una disminución en el tejido magro (músculo) y un aumento en el tejido adiposo (grasa). Esto significa, que para un mismo peso corporal, las personas mayores tienden a tener menos músculo y más grasa. Otro problema importante es la disminución de la densidad ósea.

  • Cambios neurológicos

Enfermedades como el Parkinson, el Alzheimer y la demencia senil tienen efectos variables sobre la alimentación, que van desde simples manías hasta imposibilitar que la persona pueda comer por si misma.

  • Factores psicosociales

En la sociedad actual se producen dos situaciones que acompañan a la persona mayor y tienen un efecto directo en la forma de alimentarse: el aislamiento social y a veces familiar y la depresión. Comer es un acto social y familiar, y como tal se ve afectado directamente por la situación psicosocial de la persona mayor.

En el siguiente post se abordarán las necesidades nutricionales de las personas mayores.

Segunda edición MOOC FlashDiet

Hoy 20 de septiembre comienza la segunda edición del MOOC de FlashDiet, el curso está estructurado en los siguientes módulos:

  • Equilibrio Alimentario
  • Educación Alimentaria
  • Composición Corporal
  • Actividad Física
  • Herramientas TIC Aplicadas a la Nutrición
  • Alimentación en Función del tipo de trabajo
  • Cocina y Salud

Al finalizar el curso podrás contestar a preguntas como:
1. Son sinónimos nutrición y Alimentación
2. Cuántas calorías necesitas al día
3. Cuál es el porcentaje adecuado de grasa corporal
4. Qué tipo de actividad física me conviene más
5. Qué puedo llevarme a la oficina para comer
6. Cómo puedo mejorar el sabor de mis alimentos si soy hipertenso

Os animamos a inscribiros en el curso: Flashdiet: Salud y nutrición. Aprende a comer sano

 

Cereales integrales

Los granos de cereal están formados por varias partes:

  • El salvado: es la parte exterior o cáscara, rica en fibra.
  • El germen: es la reserva de nutrientes de la semilla, rico en vitaminas y minerales.
  • El endospermo: la parte rica en almidón.

El cereal refinado solo conserva el endospermo, es decir, el almidón. En cambio los cereales integrales, suponen una fuente rica en fibra, que ayuda en la función intestinal además de proteger del cáncer de colon.

Además, cuando se consume el cereal entero, el almidón acompañado de la fibra reduce la respuesta insulínica convirtiéndose en un alimento de bajo índice glucémico (la glucosa se libera poco a poco evitando picos de glucemia), lo que es más recomendable para todo el mundo, pero en especial para los diabéticos. Gracias a la fibra y a la absorción lenta de la glucosa, la sensación de saciedad que proporciona el cereal integral es más larga y acusada (el aporte calórico es el mismo). Por su parte el germen aporta vitamina E, vitaminas del grupo B, ácido fólico, fósforo, zic, magnesio, ácidos grasos esenciales, antioxidantes.

Entonces, ¿por qué renunciar a todos eso nutrientes y beneficios?  Durante la Revolución Industrial se generalizó el consumo de cereales refinados, el motivo, porque los cereales eran  mucho más fáciles de conservar por largo tiempo sin que se estropearan, lo que facilitaba su almacenamiento y transporte por parte de las grandes industrias.

Solo son más recomendables los cereales refinados que los integrales en situaciones de problemas intestinales, como diarrea o gastroenteritis, o cualquier otro episodio que requiera una dieta de protección gástrica o astringente, o en los brotes de colitis y de enfermedad de Crohn.

Más información aquí

Triglicéridos

Hoy os proponemos un artículo sobre los temidos triglicéridos. Vamos a ver una serie de recomendaciones para controlar sus niveles, tanto qué se debe evitar como qué alimentos nos ayudan a bajar los niveles. Pero primero vamos a conocer algo más sobre los triglicéridos.

La hipertrigliceridemia, conocida comúnmente como tener los niveles de triglicéridos altos, consiste en una elevación anormal del nivel de triglicéridos, que es el principal tipo de grasa que se encuentra en la sangre. Es recomendable mantener sus niveles en rangos normales (por debajo de los 150 mg/dl), ya que los niveles altos se asocian a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y pancreatitis.

  1. Cuidar el hígado: cuidar con mimo al hígado es clave en el control de sus niveles. Los triglicéridos en el plasma se derivan de las grasas ingeridas con los alimentos, aunque también pueden ser sintetizados por el organismo a partir de otras fuentes dietéticas, como los carbohidratos. En ayunas, los triglicéridos séricos son transportados principalmente por unas proteínas -las lipoproteínas- de muy baja densidad (VLDL), sintetizadas en el hígado. Por ello, el cuidado y la buena nutrición hepática es un factor determinante de la salud en cuestión de niveles de grasa en sangre. Se recomienda evitar los azúcares simples (azúcar, miel, bebidas azucaradas y refrescos), la fructosa y, sobre todo, el alcohol, pues todos ellos aumentan la síntesis hepática de triglicéridos. Hay que tener en cuenta que pequeñas cantidades de alcohol pueden elevar el nivel de triglicéridos significativamente. Otros factores que se relacionan con el aumento de los valores de triglicéridos son el tabaco, los estrógenos, la obesidad, la inactividad y la diabetes no controlada.
  2. Disminuir las grasas: para mantener los niveles de triglicéridos en sangre en unas cifras aceptables es importante seguir una alimentación que sea baja en grasa saturada, presente en los productos de origen animal como la mantequilla, la nata, las carnes grasas, los lácteos enteros y en algunos alimentos de origen vegetal como el aceite de coco y de palma, frecuentemente utilizado en la elaboración de repostería y bollería industrial. En su lugar, se emplearán alimentos ricos en ácidos grasos monoinsaturados, como el aceite de oliva y aquellos en los que predominen los ácidos grasos omega-3. En este último grupo destacan los pescados azules (sardina, caballa, atún, bonito, pez espada, salmón, arenque, boquerones, jurel, etcétera), las nueces y el aceite de canola o colza. Para lograr disminuir el aporte lipídico, debemos seleccionar carnes magras, aves sin piel, quesos bajos en grasa, leches y yogures totalmente desnatados, y se retirará la grasa visible de la carne. Sin embargo, en muchos casos la grasa no es visible, porque está mezclada con otros ingredientes, como en los productos de bollería industrial y en los alimentos preparados o precocinados, por lo que es necesario leer detenidamente las etiquetas para valorar su contenido de “grasa total” y “grasa saturada”. Hay muchos productos que indican inofensivamente en sus etiquetas “aceites vegetales” sin especificar el tipo utilizado, cuando en realidad se trata de aceites de coco o de palma, es decir grasa saturada. Además, bajo la denominación “aceites parcialmente hidrogenados” pueden esconderse las “ácidos grasos trans” que aumentan las concentraciones de triglicéridos y colesterol malo (LDL), y disminuyen los niveles de colesterol bueno (HDL). Las grasas trans son habituales en los aperitivos, bollería, alimentos congelados precocinados como patatas fritas, empanadillas, croquetas, y en algunas margarinas. Es conveniente recordar que para una alimentación equilibrada y saludable se deben incorporar al menos cinco raciones al día de frutas y verduras, ya que son una buena fuente de fibra y antioxidantes naturales. Las legumbres también son un buen recurso porque son pobres en grasas, aportan proteínas vegetales de mediano valor biológico, hidratos de carbono complejos y fibra soluble.
  3. Ejercicio: hacer ejercicio regularmente, al menos 20 a 30 minutos de ejercicio aeróbico, como caminar, correr, nadar o montar en bicicleta, tres veces a la semana.

Además a continuación os dejamos un enlace con diez consejos dietéticos para mantenerlos a raya:

 

 

 

Las nueces podrían ayudar a prevenir el cáncer de colon

Un reciente estudio analiza los componentes del extracto lipídico de las nueces para determinar su posible efecto sobre las células de cáncer de colon. Lee la noticia en el siguiente enlace:

Nueces ayudan a revenir el cáncer de colon

Lee el artículo original publicado en la revista «Food Science and Biotechnology Journal» en el siguiente enlace:

Food Science and Biotechnology Journal

 

Propiedades de las nueces

Nuez

Los frutos secos son, en general, fuente de proteínas, grasas saludables, fibra, esteroles naturales, antioxidantes, y muchas vitaminas y minerales. De entre todos los frutos secos, las nueces están consideradas «el rey», ya que estudios demuestran muchos beneficios en dosis muy fáciles de conseguir.

Las nueces son un fruto seco originario de Asia menor y del sudeste de Europa. Actualmente se encuentran cultivadas en zonas templadas de Europa, Asia, África y américa del Norte, siendo California en EE.UU donde hay la mayor producción del mundo.

A continuación te proponemos un artículo donde se enumeran las muchas propiedades y beneficios de las nueces para nuestra salud:

Propiedades alimentarias de las nueces

 

 

Cuáles son los aspectos más importantes en cuanto a nutrición para adolescentes

Las necesidades nutricionales de los jóvenes se ven influidas por la aceleración del crecimiento que se da en la pubertad. El pico de crecimiento se da generalmente entre los 11 y los 15 años en el caso de las chicas y entre los 13 y los 16 en el de los chicos. Los nutrientes que necesitan los adolescentes dependen en gran medida de cada persona y la ingesta de alimentos puede variar enormemente de un día a otro, de forma que pueden consumir insuficientemente o en exceso un día, y compensarlo al día siguiente. En esta época de la vida, existe el riesgo de que se sufran deficiencias de algunos nutrientes, como el hierro y el calcio.

Cuáles son los aspectos más importantes en cuanto a nutrición para niños en edad escolar

Después de los 4 años, disminuyen las necesidades energéticas del niño por kilogramo de peso, pero la cantidad de energía real (calorías) que necesita aumentan conforme el niño se va haciendo mayor. Desde los 5 años hasta la adolescencia, hay un periodo de crecimiento lento y continuado. En ciertos casos, la ingesta alimenticia de algunos niños no contienen las cantidades recomendadas de hierro, calcio, vitaminas A y D y vitamina C, aunque en la mayoría de los casos -siempre que los aportes de energía y proteínas sean correctos y consuman alimentos variados, entre otros frutas y vegetales- es improbable que tengan deficiencias.

Comer con regularidad y consumir tentempiés sanos, que incluyan alimentos ricos en carbohidratos, frutas y verduras, productos lácteos, carnes magras, pescado, aves de corral, huevos, legumbres y frutos secos contribuirá a un crecimiento y un desarrollo adecuados, siempre que el aporte energético de la dieta no sea excesivo.

Los niños necesitan beber muchos líquidos, especialmente si hace mucho calor o tienen gran actividad física. Obviamente, el agua es una buena fuente de líquido, y es un fluido que no tiene calorías. Pero la variedad es importante en las dietas de los niños y se pueden escoger otros líquidos que aporten los fluidos necesarios, como la leche y las bebidas lácteas, los zumos de frutas y los refrescos.

Cuáles son los aspectos más importantes en cuanto a nutrición para niños de 1 a 3 años

Durante estos años, el niño comienza a tener su propia personalidad y a demostrar su independencia, a moverse libremente y a escoger los alimentos que quiere comer. Aunque el niño está todavía creciendo, la velocidad con la que crece es menor que en los 12 primeros meses de vida. Al final del tercer año de edad, tanto las niñas como los niños alcanzan el 50 por ciento de su estatura adulta.

Durante esta época, los niños son capaces de beber con una pajita y de comer con una cuchara, y en muchas ocasiones se vuelven «maniáticos» con las comidas. El consumo de alimentos variados permitirá al niño poder escoger entre diferentes sabores, texturas, y colores, que puedan satisfacer su apetito. El factor más importante es que los diferentes alimentos hagan frente a sus necesidades energéticas.

Su consumo de alimentos estará cada vez más influenciado por los hábitos alimenticios de su familia y de las personas que le rodean. Todas las experiencias alimenticias pueden tener importantes efectos en los alimentos que le gustarán o no y en los hábitos alimenticios de su vida posterior. No se debe ir con prisas en las horas de la comida, sino que hay que darles de comer relajadamente y preparar el terreno para que sus actitudes hacia la comida sean sanas.