Día Mundial de la Alimentación

Hoy 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación y desde el proyecto FlashDiet nos queremos sumar a las reivindicaciones que desde la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) se están llevando a cabo con motivo de la celebración de esta fecha.

Bajo el lema: «El clima está cambiando. La alimentación y la agricultura también» la FAO  quiere incidir en uno de los mayores problemas relacionados con el cambio climático, como es la seguridad alimentaria.

Día Mundial Alimentación 2016 FAO
Día Mundial Alimentación 2016 FAO

En el siguiente enlace os dejamos el post de la FAO Día Mundial de la Alimentación

FlashDiet participates in the XI Congress of the Spanish Nutrition Society

This week was held, in the city of Zaragoza Spain, the XI Congress of the Spanish Society of Community Nutrition. The conference, under the theme: «Your food, the best medicine, exercise, your health», has presented the latest scientific works in the field of Community Nutrition.

It was a multidisciplinary event where all health professional related to food, nutrition and dietetics have visibility from their field of expertise.

In this scenario, FlashDiet presented to the scientific community achieved results within the project:

  • FlashDiet MOOC, with contents aimed to promote healthy habits as well as the detection, prevention and correction of unbalanced diets.
  • Nutri-Trainer, a educational games platform for children with the objective to teach them and promote the benefits of a balanced diet.
  • Awareness tool for adults about nutrition and healthy lifestyles.

Following some pictures of the day:

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FlashDiet participa en el XI Congreso de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria

Esta semana se ha celebrado en la ciudad de Zaragoza el XI Congreso de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria. El congreso, bajo el lema «Tu alimento, la mejor medicina, el ejercicio, tu salud» ha presentado los últimos trabajos científicos en el campo de la Nutrición Comunitaria.

Se trata de un evento multidisciplinar, en el que todos los profesionales de la salud vinculados a la alimentación, nutrición y dietética tiene visibilidad y aportan desde su campo de experiencia.

FlashDiet ha participado dando a conocer a la comunidad científica los principales resultados alcanzados:

  • MOOC FlashDiet con contenidos destinados a la promoción de hábitos saludables así como a la detección, prevención y corrección de dietas desequilibradas.
  • Nutri-Trainer, una plataforma de juegos educativos para niños con el objetivo de enseñar y promocionar los beneficios de una alimentación equilibrada
  • Herramienta de concienciación para adultos sobre nutrición y hábitos de vida saludables

Aquí os dejamos unas fotos de la jornada:

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La alimentación en las personas mayores II

En el post anterior La alimentación en las personas mayores I comentamos los cambios fisiológico y sociales que se producen debido a la edad y que afectan directamente en la alimentación, en esta segunda entrega vamos a hacer un repaso a las principales recomendaciones nutricionales y cómo se debe adaptar al dieta de las personas mayores para llevar una alimentación saludables y que cubra sus necesidades.

En general, y cuando la persona mayor está en magnificas condiciones físicas, psíquicas y sociales, sin que los cambios fisiológicos alteren de forma significativa la vida normal, las personas mayores no hace falta que modifiquen su dieta sobre lo que se aconseja para un adulto sano con actividad normal.

No obstante vamos a hacer un repaso a las principales recomendaciones para cuando van a pareciendo signos de los cambios mencionados.

Necesidades nutricionales de las personas mayores

  •  Energía

Para las personas sanas, las necesidades energéticas disminuyen con la edad, debido principalmente a cambios en la composición corporal, una disminución en el tejido magro (músculo) y un aumento en el tejido adiposo (grasa). Esto significa, que para un mismo peso corporal, las personas mayores tienden a tener menos músculo y más grasa, además muchas personas se vuelven menos activas a medida que envejecen, por lo que necesitan una menor ingesta calórica diaria.

Mantener un peso saludables es una recomendación para cualquier edad, pero todavía es más importante para las personas mayores. 1 de cada 7 personas de edad muy avanzada está en riesgo de desnutrición, y esta prevalencia es aún mayor en personas institucionalizadas. La desnutrición o el riesgo de desnutrición aumenta el riesgo de padecer otras enfermedades, retrasa la recuperación y afecta negativamente el correcto funcionamiento del cuerpo, el bienestar y el resultado clínico.

  • Proteínas

Hay que asegurar el aporte adecuado, sobre todo en enfermos crónicas y personas que viven solas. La recomendación es la habitual 0,75 g/kg de peso/día, al igual que para los demás adultos. Los estados carenciales en proteínas pueden causar graves trastornos: alteraciones cutáneas, edemas, fatiga etc., que pueden empeorar o alterar el estado de salud de las personas mayores.

  • Carbohidratos

No existen recomendaciones especiales para los carbohidratos, la Asociación Americana de Cardiología y Cáncer recomienda aportar en forma de carbohidratos del 55-60% del valor calórico total de la dieta. La disminución de la tolerancia a la glucosa aconseja dietas con alto contenido en carbohidratos complejos y fibra (cereales integrales y verdura), hay que evitar el consumo excesivo de sacarosa y de lactosa, si hay intolerancia.

  • Grasas

Aunque son las enfermedades cardiovasculares las que causan una de las mayores tasas de mortalidad en la sociedad actual, y se asocia directamente con los elevados niveles de colesterol en sangre, no es aconsejable reducir totalmente el aporte de grasa en la dieta.  Hay que elegir, como en las dietas en todas las edades, aquellos alimentos que aportan ácidos grasos monoinsaturados (aceite de oliva y vegetales en general), entre otros motivos para asegurar el aporte de vitaminas liposolubles.

  • Minerales

Es importante asegurar las cantidades adecuadas de minerales en general y en especial de hierro, zinc y calcio.

  • Vitaminas

No hay recomendaciones específicas para las personas mayores para muchas de las vitaminas y minerales. Pero lo que sí se sabe es que la capacidad de digerir, absorber, metabolizar y excretar nutrientes cambia con la edad (por ejemplo, la absorción de la vitamina B12 se reduce). Las personas mayores deben comer una dieta variada que contenga muchas frutas y verduras.

La vitamina D se sintetiza en la piel a través de la acción de la luz solar. Sin embargo, las personas mayores suelen salir menos a realizar actividades al aire libre que otros grupos de población y su piel es menos eficiente en la producción de vitamina D de la luz solar. Por ello se recomienda que todos los adultos mayores de 65 años toman un suplemento de vitamina D al día y que coman regularmente alimentos que contengan vitamina D (por ejemplo, el pescado graso).

Una injesta baja de vitamina K está asociado con baja masa ósea y mayor riesgo de fractura. Una dieta que contenga cantidades adecuadas de proteína y vitamina K debe ser es rica en frutas y verduras y baja en sal, ademas también puede ayudar a retrasar el envejecimiento de los huesos. Por el contrario, una alta ingesta de vitamina A (retinol) puede estar asociada con una baja densidad mineral ósea y un mayor riesgo de fracturas en ciertas poblaciones; por lo tanto se debe evitar consumir dosis altas. Los grupos con mayor riesgo de osteoporosis, como las personas mayores, deben limitar el consumo de hígado y los suplementos que contienen retinol (por ejemplo, aceite de hígado de bacalao).

Ser activo también juega un papel crucial a la hora de mantenerse sano, puede proteger contra la osteoporosis a través de sus efectos sobre la fuerza muscular, la coordinación, la flexibilidad y el equilibrio. La artritis es muy común en las personas mayores, en particular la osteoartritis, relacionada con la edad y causante de discapacidad en más del 10% de los mayores de la edad de 65. Algunos hallazgos sugieren que los aceites de pescado pueden proporcionar alivio de los síntomas de algunas personas que sufren de artritis reumatoide, pero la evidencia de los beneficios de otros suplementos de glucosamina y condroitina, incluyendo, en particular con respecto a la artrosis más frecuente, sigue siendo débil.

  • Agua

La deshidratación otro de los problemas más comunes en esta población, por lo que hay que asegurar un aporte adecuado.

  • Fibra

Este elemento es muy importante en la dieta, sin embargo, en esta etapa de la vida hay que ser cauto en las recomendaciones. Es muy importante tomar la cantidad de fibra adecuada para evitar los problemas de estreñimiento, pero la cantidad aportada no debe constituir un impedimento añadido en la absorción de determinados metabolitos como las vitaminas y minerales. Ya ha sido comentado el problema de la mala absorción intestinal.

Fuente: Alimentación en la tercera edad – UNED

En el siguiente enlace os dejamos las recomendaciones de la OMS, Nutrition for older persons

La alimentación en las personas mayores I

España es, con Japón, el único país de la OCDE que ha conseguido superar los 83 años en esperanza de vida. En 2013 (el último para el que existen datos armonizados) la esperanza de vida media era de 83,2 años, sólo por debajo de Japón (83,4) y netamente por encima del conjunto de la organización (80,5).

Esto supone que la población mayor de 65 años en España representaba el 18,5% en 2015, 8,3 millones de personas. Dentro del grupo de mayor edad, el mayor crecimiento de a población se da en los mayores de 85 años.

El envejecimiento es un proceso progresivo natural del ser humano, que cada persona experimenta con diferente intensidad.

Las personas que llegan a cierta edad se enfrentan a problemas físicos, psíquicos y sociales que derivan de cambios biológicos propias de la edad y que condicionan el acto natural de comer.

Por lo tanto, es importante conocer qué cambios aparecen con la edad que afectan a la alimentación, cuáles son los requerimientos nutricionales en la personas mayores.

Cambios que aparecen con la edad y afectan a la nutrición

  • Cambios sensoriales

Los sentidos del gusto y del olfato se alteran con la edad, y esto puede afectar al apetito y al disfrute de la comida. También cambia la sensibilidad por el dulce o el salado lo que lleva a un consumo de alimentos fuertemente sazonados o azucarados.

  • Cambios gastrointestinales

Las personas mayores tienden a comer menos y la capacidad del cuerpo para absorber algunos nutrientes también se vuelve menos eficiente con la edad por lo que puede ser más difícil obtener todos los nutrientes necesarios.

Por lo tanto, es importante para las personas mayores llevar una dieta variada, de forma que se asegure un correcto suministro de todas las vitaminas y minerales esenciales, y se cubran sus necesidades energéticas. También afecta en el proceso de la digestión la pérdida de piezas dentales.

  • Cambios metabólicos

Uno de los cambios más significativos es la intolerancia a la glucosa en personas que no han sido diabéticas. También se produce una disminución en el metabolismo basal, es decir, menor necesidad de energía.

  • Cambios en el sistema cardiovascular

Aunque estos cambios no afectan a la alimentación, la dieta si tiene una relación directa con las enfermedades cardiovasculares, por lo que es un factor muy a tener en cuanta en el establecimiento de una dieta.

  • Cambios en el sistema renal

La función renal disminuye, lo que tiene consecuencias en la excesiva excreción de proteínas y electrolitos en la orina, lo que conlleva una alteración en el equilibrio salino (edemas y malnutrición proteica).

  • Camios músculo-esqueléticos

Se produce una disminución en el tejido magro (músculo) y un aumento en el tejido adiposo (grasa). Esto significa, que para un mismo peso corporal, las personas mayores tienden a tener menos músculo y más grasa. Otro problema importante es la disminución de la densidad ósea.

  • Cambios neurológicos

Enfermedades como el Parkinson, el Alzheimer y la demencia senil tienen efectos variables sobre la alimentación, que van desde simples manías hasta imposibilitar que la persona pueda comer por si misma.

  • Factores psicosociales

En la sociedad actual se producen dos situaciones que acompañan a la persona mayor y tienen un efecto directo en la forma de alimentarse: el aislamiento social y a veces familiar y la depresión. Comer es un acto social y familiar, y como tal se ve afectado directamente por la situación psicosocial de la persona mayor.

En el siguiente post se abordarán las necesidades nutricionales de las personas mayores.

Segunda edición MOOC FlashDiet

Hoy 20 de septiembre comienza la segunda edición del MOOC de FlashDiet, el curso está estructurado en los siguientes módulos:

  • Equilibrio Alimentario
  • Educación Alimentaria
  • Composición Corporal
  • Actividad Física
  • Herramientas TIC Aplicadas a la Nutrición
  • Alimentación en Función del tipo de trabajo
  • Cocina y Salud

Al finalizar el curso podrás contestar a preguntas como:
1. Son sinónimos nutrición y Alimentación
2. Cuántas calorías necesitas al día
3. Cuál es el porcentaje adecuado de grasa corporal
4. Qué tipo de actividad física me conviene más
5. Qué puedo llevarme a la oficina para comer
6. Cómo puedo mejorar el sabor de mis alimentos si soy hipertenso

Os animamos a inscribiros en el curso: Flashdiet: Salud y nutrición. Aprende a comer sano

 

Actividad física en niños y jóvenes

En la actualidad existe una alta incidencia de sobrepeso y otros factores de riesgo para la salud entre los niños y adolescentes, estos factores podrían contribuir a la disminución de la expectativa y de la calidad de vida en el adulto. Es por ello, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) identifica el sedentarismo como un grave problema de salud en los niños y jóvenes de 5 a 17 años.

Desde las primeras etapas de la vida se pueden modificar aquellos hábitos de actividad física que han mostrado asociación evidente con problemas de salud posteriores. La práctica regular de ejercicio físico en niños y adolescentes puede prevenir y tratar situaciones psicoafectivas, desmineralización ósea y algunos tipos de cánceres. Para algunas de estas alteraciones, la actividad física es uno de los factores de protección modificables más importantes.

Para los niños y jóvenes de este grupo de edades, la actividad física consiste en juegos, deportes, desplazamientos, actividades recreativas, educación física o ejercicios programados, en el contexto de la familia, la escuela o las actividades comunitarias. Las recomendaciones de la OMS son:

  • Que los niños y jóvenes de 5 a 17 años inviertan como mínimo 60 minutos diarios en actividades físicas de intensidad moderada a vigorosa.
  • Que la actividad física por un tiempo superior a 60 minutos diarios reportará un beneficio aún mayor para la salud.
  • La actividad física diaria debería ser, en su mayor parte, aeróbica. Convendría incorporar, como mínimo tres veces por semana, actividades vigorosas que refuercen, en particular, los músculos y huesos.

Estas recomendaciones son válidas para todos los niños sanos de 5 a 17 años, salvo que coincidan dolencias médicas específicas que aconsejen lo contrario.

Se habla de acumulación para referirse a la meta de dedicar en total 60 minutos diarios a realizar alguna actividad, incluida la opción de dedicar a distintas actividades intervalos más cortos (por ejemplo dos sesiones de 30 minutos) y sumar esos intervalos.

Siempre que sea posible, los niños y los jóvenes con discapacidad deberán seguir también esas recomendaciones. Sin embargo, tendrán que hablar con su proveedor de salud para conocer el tipo y cantidad de actividad física adecuado para ellos teniendo en cuenta su discapacidad.

Estas recomendaciones son válidas para todos los niños y jóvenes independientemente de su sexo, raza, origen étnico o nivel de ingresos.

Otras recomendaciones de actividad física para la población de 5 a 17 años serían:

  • Es necesario evitar conscientemente el sedentarismo. Cualquier tipo de actividad cotidiana es mejor opción que permanecer sedentario. En este sentido, y a modo de ejemplo, en los desplazamientos cotidianos es recomendable caminar, utilizar la bicicleta y subir por las escaleras en lugar de utilizar medios de transporte, ascensores y escaleras mecánicas.
  • El desarrollo de la actividad y ejercicio físico será un momento de diversión y juego. Son preferibles las actividades en grupo, divertidas y al aire libre que permitirán un refuerzo positivo, consiguiendo que se mantengan como “hábito divertido” y se incorporen a lo cotidiano con más facilidad que los “hábitos saludables” impuestos y muy sacrificados para los niños.
  • Se debe asegurar que el entorno físico en el que se practique una actividad sea adecuado y sin peligros.
  • A la hora de hacer deporte, hay que asegurar el aporte de líquidos, sobre todo cuando la actividad es intensa y el ambiente caluroso.

Os dejamos varios enlaces a las recomendaciones de la OMS:

Actividad física en los jóvenes

Recomendaciones mundiales sobre la actividad física para la salud 

FlashDiet participa en el 17º ICD

Durante la semana pasada FlashDiet ha participado en el 17 Congreso Mundial de la International Confederation of Dietetic Associations (ICDA) celebrado en Granada (del 7 al 10 de septiembre) con la sostenibilidad como eje argumental.

Durante estos días expertos de 40 países se han reunido en Granada para analizar los retos de la alimentación del siglo XXI y entre ellos ha estado nuestra compañera Cruz Martínez presentando los resultados del proyecto FlashDiet.

Aquí os dejamos algunas fotos

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Aceite de palma

En esta entrada vamos a hablar del aceite de palma cuyo uso está muy extendido hoy en día, sobretodo en los productos procesados.

El aceite de palma es un aceite de origen vegetal que se obtiene de la fruta de la palma africana (Elaeis guineensis). Del fruto se obtienen dos tipos de aceite: el de palma propiamente dicho, a partir de la pulpa, y el de palmiste, a partir de la semilla.

El aceite de palma es una grasa saturada hasta en un 50%, en promedio su composición es:

  • 49% grasas saturadas (principalmente ácido palmítico)
  • 37% grasas monosaturadas (principalmente ácido oleico)
  • 10% grasas poliinsaturadas (principalmente linoleico)

Los ácidos grasos saturados tienen un efecto negativo para la salud humana, ya que su consumo prolongado está asociado con el aumento de la proporción de colesterol LDL (o colesterol «malo») en sangre.

El aceite de palma puede estar, básicamente, en dos formas: aceite de de palma fresco (no procesado o rojo) y aceite de palma oxidado (refinado o amarillo). Dependiendo del grado de oxidación al que esté sometido, los efectos sobre la salud de ambos tipos de aceite de palma son radicalmente diferentes. Esta es la razón por la que la información nutricional acerca de este aceite es poco clara en ocasiones.

Sin embargo, el aceite de palma refinado es uno de los más utilizados en el mundo (es el segundo en producción después del de soja pero el primero en comercialización) esto es debido no solo a su bajo coste sino también por su riqueza en ácidos grasos saturados, esta grasa tiene la particularidad de mantenerse sólida a temperatura constante, además tienen una muy buena resistencia a la oxidación y los tratamientos térmicos, lo que los hace ideales para la industria  alimentaria. Por lo tanto el aceite de palma ha desplazado a las grasas hidrogenadas, que han demostrado ser nocivas para la salud, no obstante, al ser este aceite tan rico en grasas saturadas, está lejos de ser la alternativa idónea desde el punto de vista nutricional.

El aceite de palma se encuentra hoy en día en multitud de productos de la industria alimenticia y cosmética: cremas y coberturas, productos de untar, snacks y pasteles, precocinados, productos de limpieza, cosméticos o velas.

Además de su no idoneidad desde el punto de vista nutricional, el cultivo de la palma aceitera contribuye a la deforestación del sureste asiático y a la emisión de gases de efecto invernadero. El cultivo de la palma de aceite está asociado a graves problemas sociales y ambientales, que no son causados por el árbol en sí mismo, sino por el modo en el que está siendo implantado. El cultivo del aceite de palma tiene efectos desastrosos sobre los ecosistemas, el cambio climático, las especies protegidas y las poblaciones locales.

En la actualidad la superficie de explotación de la palma de aceite es de más de 13 millones de hectáreas, principalmente en Indonesia y Malasia y los principales consumidores son China, la Unión Europea, India y Pakistán.

El cultivo tiene un efecto directo sobre los ecosistemas, los bosques vírgenes de Malasia e Indonesia están siendo diezmados a una velocidad alarmante debido al gran aumento en la demanda de aceite de palma. La situación es tan drástica que se estima que el 98% del área forestal de Indonesia será destruida antes del 2022.

La deforestación para cultivar aceite de palma contribuye significativamente al cambio climático por emisión de gases de efecto invernadero, debido al drenaje de los suelos ricos en carbono y la quema de rastrojos. “Por la producción de aceite de palma, Indonesia es el tercer país que más gases de efecto invernadero produce después de China y Estados Unidos» (fuente).

 

Borneo y Sumatra constituyen una de las regiones con más biodiversidad del planeta. Actualmente un tercio de las especies de mamíferos de Indonesia están considerados en peligro crítico como consecuencia del desarrollo insostenible de los cultivos que están sustituyendo sus hábitats.
Si el ritmo de deforestación continúa, los orangutanes podrían extinguirse en la naturaleza
en los próximos 5 o 10 años, y los tigres de Sumatra en menos de 3 años.

La deforestación trae consigo el desplazamiento de las comunidades indígenas, apropiación de tierras pertenecientes a comunidades autóctonas, violaciones de los derechos de los trabajadores y trabajo infantil.

Y por supuesto no hay que olvidarse de los efectos en la salud ya comentados, los ácidos grasos saturados están asociados a arterioesclerosis, trombosis arterial y aumento en los niveles de colesterol en sangre.

 

Grasas en la alimentación

Las grasas son un tipo de nutriente que se obtiene de la alimentación. Es esencial comer algunas grasas, aunque también es dañino comer demasiado. En este post explicamos los tipos de grasas, sus funciones y sus efectos en la salud.

Función de las grasas

Las grasas que consumimos a través de los alimentos, le dan al cuerpo la energía necesaria para funcionar, por ejemplo, durante el ejercicio el cuerpo consume los carbohidratos consumidos, pero tras 20 minutos de ejercicio, empiezan a consumirse las colarías provenientes de la grasa para continuar.

La grasas también es necesaria para mantener una piel y cabello saludables, también ayuda en la absorción de las vitaminas A, D, E y K (vitaminas liposolubles). Otra de las funciones de la grasa en ayudar al cuerpo a mantenerse caliente, ya que está llena de adipocitos.

El cuerpo necesita de los ácidos grasos esenciales para el desarrollo del cerebro, el control de la inflamación y la coagulación de la sangre. Los ácidos grasos esenciales (ácido linoleico y ácido linolénico) no pueden ser producidos por el cuerpo y además no puede trabajar sin ellos, por lo que nuestro organismo los obtiene de los alimentos.

La grasa tiene 9 calorías por gramo, más del doble que los carbohidratos y las proteínas, que tienen 4 calorías por gramo.

Todas las grasas están compuestas de ácidos grasos saturados e insaturados. Se denominan saturadas o insaturadas dependiendo de cuánta cantidad de cada tipo de ácido graso contienen.

Tipos de grasas

  • Grasas saturadas: formadas mayoritariamente por ácidos grasos saturados. Este tipo de grasas es sólida a temperatura ambiente. La mayoría de grasas saturadas son de origen animal, pero también se encuentra un contenido elevado de grasas saturadas en productos de origen vegetal, como puede ser por su contenido de grasas saturadas: el aceite de coco (92 %) y aceite de palma (50 %).
  • Grasas insaturadas: formadas mayoritariamente por ácidos grasos insaturados.  Son líquidas a temperatura ambiente y comúnmente se les conoce como aceites. Algunas contienen ácidos grasos esenciales. La mayoría de grasas insaturadas provienen de origen vegetal, podemos encontrar el aceite de canola con el mayor porcentaje (94 %), cártamo (91 %), girasol (89 %) y maíz (87 %). A su vez las grasas insaturadas pueden subdividirse en:
    • Grasas monoinsaturadas
    • Grasas poliinsaturadas

Un apartado especial merecen las grasas trans o hidrogenadas, que se obtiene a partir de la hidrogenación de los aceites vegetales, por lo cual pasan de ser insaturadas a saturadas, y a poseer la forma espacial de trans, por eso se llaman ácidos grasos trans. Son mucho más perjudiciales que las saturadas presentes en la naturaleza, ya que pueden contribuir a elevar los niveles de lipoproteínas LDL y los triglicéridos, haciendo descender peligrosamente los niveles de lipoproteínas HDL. Ejemplos de alimentos que contienen estos ácidos grasos son: la manteca vegetal, margarina y cualquier alimento elaborado con estos ingredientes.

Efectos en la salud

  • Las grasas insaturadas son las más beneficiosas para el cuerpo humano por sus efectos sobre los lípidos plasmáticos, además algunas contienen ácidos grasos que son nutrientes esenciales.
  • Las grasas monoinsaturadas, reducen los niveles plasmáticos de colesterol asociado a las lipoproteínas LDL (las que tienen efectos aterogénicos, por lo que popularmente se denominan «colesterol malo»). Se encuentran en el aceite de oliva, el aguacate, y algunos frutos secos. Elevan los niveles de lipoproteínas HDL (llamadas comúnmente colesterol «bueno»).
  • Las grasas poliinsaturadas, formadas por los ácidos grasos de las series omega-3 y omega-6 afectan a los niveles de colesterol de forma diferente.  Las grasas ricas en ácidos grasos de la serie omega-6 reducen los niveles de las lipoproteínas LDL y HDL. Mientras que las grasas ricas en ácidos grasos de la serie omega-3 tienen un efecto más reducido, si bien disminuyen los niveles de triacilglicéridos plasmáticos. Se encuentran en la mayoría de los pescados azules (bonito, atún, salmón, etc.), semillas oleaginosas y algunos frutos secos (nuez, almendra, avellana, etc.).

Es muy importante por tanto, leer las etiquetas de información nutricional en los alimentos, para conocer qué tipos de grasas contienen y en qué cantidad.